Todo drama se basa en personas que interactúan unas con otras y que experimentan cambios como resultado de esa interacción. Si se carece de relaciones dinámicas los roles pueden llegar a ser planos. Los conflictos y los contrastes aportan drama y emoción a la relaciones entre las personas y muestran que estas relaciones pueden ser tan irresistibles y tan memorables como cualquier rol individual. No queremos no tener conflictos, queremos tenerlos controlados.
¿Hay conflicto entre mis roles?
¿Como se expresa ese conflicto a través de la acción, de las actitudes y de los valores?
¿Como he contrastado a mis personajes para que haya una útil diferencia entre ellos?
¿Gozan mis roles del potencial de transformarse unos a otros?
¿Entenderá el público o el lector porque dos de mis personajes han de estar juntos?
¿Es evidente la atracción o repulsión que hay entre ellos?
¿Es evidente la influencia que ejercen unos sobre otros?