Tuesday, May 27, 2008

Los juegos de rol, una tendencia en aumento entre grandes empresas

Jan Schilt, fundador de Gaming Works, afirmó que en estos ejercicios los empleados descubren sus errores y encuentran la forma de solucionarlos

Por Pablo Comuzzi - pabloc@canal-ar.com.ar
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Todas las empresas son presa de distinta clase de problemas internos. El primer desafío es identificar esos focos de conflicto, y en segundo término encontrar los mecanismos para solucionarlos, lo cual dista de ser sencillo. Sin embargo, la compañía Business IT afirmó que a través de una serie de juegos de simulación de un día de duración se pueden cumplir ambos objetivos.

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Schilt: "Los latinoamericanos reaccionan mejor cuando se les marca un error"
Business IT es el representante en Latinoamérica de una firma holandesa llamada Gaming Works, que les provee de 5 juegos de rol que sirven para analizar cómo se desempeña el personal de una empresa en distintas situaciones críticas.

A grandes rasgos, la metodología es la siguiente: hay un facilitador (coordinador) que presenta un caso problemático, como por ejemplo la misión del Apollo 13, a un equipo de trabajo conformado por entre 10 a 15 personas. El ejercicio sirve para rever dificultades internas, reforzar la integración entre sus miembros y mejorar temas como liderazgo, integración y cooperación.

El fundador de Gamming Works, Jan Schilt, afirmó a Canal AR que la idea de este workshop interactivo comenzó en 2003, cuando junto a su socio Paul Wilkinson comenzaron a pensar cómo hacer que la gente se de cuenta de sus errores y encuentre el camino para remediarlos. A partir de ahí, delinearon los juegos, les dieron forma y los presentaron.

"A todos les encantó, era algo nuevo. Después decidimos llamarnos Gammig Works, creamos el sitio Web y cuando empezamos a recibir pedidos de distintas partes de Holanda nos dimos cuenta que era algo serio". Hoy en día, tienen una cartera de más de 100 partners en todo el mundo.

Autodescubrimiento

Schilt resaltó que en las simulaciones son los mismos actores los que se dan cuenta que no pueden realizar sus tareas. "De ahí proviene el valor de este tipo de ejercicios, que permiten adentrarse en los errores y posibles soluciones, que surgen del propio equipo de trabajo y no de los directivos".

Asimismo, los empleados disponen del tiempo necesario para explorar caminos alternativos. "Podemos experimentar, cambiar roles, crear nuevos instrumentos. Al final del día, la gente encuentra nuevos mecanismos para trabajar".

En tercer lugar, se destaca el beneficio económico para las empresas, que en lugar de contratar una consultora que realiza informes, reportes internos y les cobra miles de dólares, pueden optar por un juego donde descubran sus propios puntos débiles. "Es un sistema más efectivo, que consiguieron ellos mismos en un sólo día trabajando como equipo, ahorrándose la necesidad de realizar reportes u otros documentos", sostuvo el ejecutivo.

-¿Cómo se encara un mal proceso?

-El falicitador sabe cómo se hacen las cosas bien, ya que tiene en su cabeza ejemplos de éxito y fracasos. Él observa a todos los que actúan, y cuando ve un mal proceso lo analiza y se pregunta cuál es la mejor manera de intervenir. Algunas veces, puede decir que es un cliente y se queja, creando pánico y haciendo que los actores se den cuenta de que el proceso tiene una falla y busquen la forma de arreglarlo.

Pero no es el único camino. "En otras oportunidades, entra en el rol de instructor, para la simulación, presenta el problema y los ayuda a encontrar el rumbo para enmendarlo". Y cuando los casos son de mayor gravedad, omite cualquier comentario y al terminar esa ronda, hace que los participantes reflexionen y descubran cuáles fueron sus errores.

Actores natos

Por otro lado, Schilt resaltó el grado de compromiso que asumen los latinoamericanos con esta clase de actividades: "Son muy abiertos a mostrarse, son tan pasionales que se involucran en estos ejercicios en cuestión de segundos. Actúan con el corazón y se dan cuenta por si mismos en qué pueden mejorar, no hace falta llamarles la atención de que están cometiendo un error".

Esto no sucede en países como Francia o Alemania, donde los empleados son más renuentes a mostrar sus fallas: "Argumentan que es una situación irreal, donde no pueden hacer las cosas bien".

De acuerdo a Julio Fuoco, director de Business IT, en Argentina los principales consumidores son grandes compañías, que se muestran más interesadas en mejorar el rendimiento de sus empleados. "El desafío es mostrarle a todas las empresas el beneficio de estas simulaciones", concluyó.