Wednesday, February 03, 2010

juegos de simulación y aprendizaje


Aquellos que se toman la vida como un juego suelen ser considerados de poco fiar.

No obstante, cada una de las interacciones que se producen en el mundo tiene algo de juego. En la mayor parte de los casos, lo que ocurre es que aún no conoces las reglas.

Los jugadores tienen mucho que enseñarnos acerca de la consideración de las partes básicas de cualquier experiencia, así como sobre la identificación de su valor creativo.

Si puedes aprender a dominar las «reglas» de cualquier situación, a menudo esto quiere decir que puedes «jugar» en dicha situación de forma más creativa, cada vez que se produzca.

No sólo se trata de permanecer alerta en relación con el potencial creativo del momento, sino que, además, tus respuestas críticas y emocionales se potencian enormemente.

Al igual que todo buen deportista, se trata de seguir un programa de entrenamiento intensivo. Así, creando un escenario hiperrealista, desarrollarás una hipersensibilidad en relación con lo que te rodea.

Lo que estamos describiendo en este caso no difiere en gran medida de lo que ocurre cuando utilizas un reproductor de música portátil por primera vez y te das un paseo por una gran ciudad. De repente, tu vida tiene una «banda sonora» y parece como si formaras parte de una película.

Así, puede que empieces a caminar como John Travolta y, cada persona que te cruces puede convertirse en un nuevo actor de tu película. Cada momento alberga la potencialidad de convertirse en la «escena principal». Inténtalo y comprobarás cómo cambia tu percepción de lo que antes considerabas un entorno familiar.

Trata de recorrer la misma ruta con dos bandas sonoras radicalmente diferentes y comprobarás cuán diferentes pueden ser las emociones y los pensamientos que te sugieren cada una.

Motívate por contemplar todos los aspectos de tu vida cotidiana con una mirada fresca y mucho más atenta. De repente, todo lo que ocurre entra a formar parte del juego y, de esta manera, cada experiencia adquiere un nuevo significado.

En los últimos años, artistas digitales como Blast Theory han llevado esta idea un paso más allá, desarrollando distintas formas de interpretar un papel en un juego en línea, mientras el sujeto lleva una vida normal en la ciudad. Se trata de su proyecto Uncle Roy All Around You (para conocer los detalles del juego, consulta la página www.uncleroyallaroundyou.co.uk).

Sistemas de mensajería de textos móviles para comunicarse con otros «jugadores», aceptar «misiones» que deberán realizar durante el día, o adquiriendo kits y logrando «poderes» o «recompensas». La vida cotidiana tiene todos los ingredientes básicos de un juego de PlayStation del estilo Tomb Raider o WoW

Intenta ahora imaginar una jornada cotidiana como sí se tratara de la consola de un juego. Puede que ahora aparezcan patrones de los que no te has percatado con anterioridad.

Posiblemente, aparecerá una nueva banda sonora. Asimismo, puede que descubras que eres capaz de contemplar los sucesos en los que estás inmerso con mayor distancia. Contemplando la situación como si se tratara de un juego, puedes lograr una visión global y, por tanto, puedes aprender a valorar de forma menos pasional el valor relativo de las distintas experiencias.

Lógicamente, convertirse en un buen jugador requiere práctica y ensayo. Puede que consideres que ya has tenido suficiente rutina y repeticiones en tu vida y esto te resulte claustrofóbico o aburrido.

Pero, finalmente, lograrás alcanzar un conocimiento instintivo de conceptos algo pretenciosos, como «fluidez» e «inmersión»: aquellos momentos que se producen tanto en los juegos como en la vida real, en que te encuentras totalmente concentrado, de manera que tu conciencia, tu apreciación, tus instintos y tu habilidad física están completamente enfocados.

En efecto, se trata de la clase de sensación que deseas que experimente el resto de la gente cuando se encuentran con algo creado por ti.

Interpreta un papel

SI utilizas un sistema de roles en tu vida cotidiana, podrás descubrir cosas interesantes acerca de otras personas e, incluso, acerca de ti mismo.

Puede ser un personaje histórico con el que te identifiques, o un amigo al que admires.

Sea como sea, es muy natural intentar emular a otra persona.

Actuando como si fuéramos otros, podemos descubrir más cosas acerca de nosotros mismos.

Este proceso comienza a edades muy tempranas, imitando a mamá y a papá: una manera obvia de aprender qué significa ser adulto (o no...). Incluso cuando pensamos que ya hemos madurado, continuamos utilizando un sistema de roles para desarrollar habilidades y crear una imagen de nuestra experiencia.

Por ejemplo, muchos directivos en el mundo de los negocios no reciben demasiado entrenamiento acerca de cómo dirigir. En su lugar, lo aprenden directamente de sus propios jefes. «Actúan» como si fueran directivos, hasta que tienen suficiente experiencia como para asumir ese papel de forma permanente.

Ponerte en la piel de otro puede resultar de mucha ayuda cuando se trata de desarrollar un nuevo trabajo. Por ejemplo, si tuvieras que diseñar una jaula para pollos, obviamente intentarías que resultase atractiva para el propietario del pollo que pagará por la jaula.

Pero un buen diseñador de jaulas trataría de ponerse en la piel de otras personas que pudieran tener influencia en la compra: el socio, el hijo o el vecino. Y el mejor diseñador de jaulas intentaría incluso pensar como si fuera un pollo... ¡Y como si fuera un zorro! Intenta siempre permanecer alerta, pensando en todos los posibles actores que pueden participar en una determinada situación