Sunday, June 22, 2008


La alegría de vivir en la certeza


"La sabiduría es un saber... Pero un saber vivir. Se puede reconocer en una cierta serenidad, pero todavía más en una cierta alegría, una cierta libertad, una cierta eternidad y un cierto amor. Sabio es quien no tiene necesidad, para ser feliz, de mentirse, ni de contarse cuentos, ni siquiera de tener suerte". "

La verdadera sabiduría no es un ideal, sino un estado, siempre aproximado, siempre inestable..., una experiencia y un acto. No es un absoluto, sino un máximo (y, en cuanto tal, relativo): es el máximo de felicidad, es el máximo de lucidez. Depende de la situación de tal o cual, de las capacidades de tal o cual; en suma, del estado del mundo".

"No es un absoluto [la sabiduría], sino la manera siempre libre de habitar lo real, que es el único absoluto verdadero... El sabio no tiene amo, pero tampoco dominio, salvo sobre sí mismo; no tiene Iglesia, ni pertenencia, ni apegos, ni adhesiones... Ni siquiera su felicidad le pertenece... Se ha desprendido de sí mismo y de todo... Por eso es quizás feliz: porque no tiene necesidad de serlo. Ya sabio: porque no cree ya en la sabiduría".


“Después de la vida no hay nada.
O sea, lo mismo que antes del nacimiento.
A nadie le da miedo pensar qué era antes de ser concebido”