El rolero se pone manos a la obra y va refinando lo que hace sobre la marcha, avanzando poco a poco hacia la perfección.
No sólo podemos influir en nuestra felicidad con nuestras creencias, poniendo las poco útiles en duda.
No sólo podemos influir en nuestra felicidad asumiendo que lo que hace falta para ser feliz es abandonar la lucha por ser feliz y limitarse a SER. Para auto realizarse hay que seguir siendo como se Es. No se trata de perseguirse la cola, sino de darse cuenta que mientras vas, ella siempre está detrás de ti.
No sólo estas cosas son muy útiles sino que la prueba fundamental que has dominado tu vida es que esto se refleje en el Juego: en lugar de anhelar amar y ser amado, en lugar de anhelar ayudar a otros, o anhelar la fama y fortuna que te den influencia y la credibilidad necesaria para tener impacto, y te den un campo de pruebas para tu experimentación.
Lo que al final acaba influyendo en la vida de una persona es lo que hace, las acciones que realiza. Si, por ejemplo, ha decidido que quiere enseñar por todo el mundo y publicar varias cosas el Rolero debe dejar de soñar y de preguntarse si podrá alcanzar sus objetivos, y debe empezar a actuar “como si” los fuera a alcanzar. Ponte manos a la obra y así sabrás si se puede o no se puede hacer. No decidas de antemano que es posible y que no.