Saturday, January 31, 2009

La espiritualidad y la PNL: ¿desde donde percibimos la realidad, por Miguel Ángel León

Miguel Ángel León

          En los diferentes cursos que realizamos, solemos mostrar a los participantes un libro llamado "Zoom". Este pequeño pero espectacular compendio de imágenes desde diferentes perspectivas, nos transporta a una sorprendente y enriquecedora secuencia de posiciones perceptuales desde donde todo lo observado adquiere un significado completamente distinto.



La situación desde donde percibimos la "realidad", condiciona totalmente el significado que le damos a ésta. Es curioso escuchar los comentarios de los compañeros en los seminarios acerca de los cambios tan espectaculares que experimenta su percepción de cualquier conflicto, simplemente y literalmente sugiriéndoles que lo "miren" desde arriba, desde atrás, desde el otro lado etc. Cuando percibimos nuestra vida desde el nivel espiritual, desde una visión sistémica de ésta, los demás, mi vida, mi Propósito, mi Misión y el resto de los niveles de mi experiencia quedan mágicamente transformados. Es como si de repente, un torrente de congruencia me transmitiese su fuerza y todo tuviese sentido.

Actuar en el mundo con la coherencia que supone el que tanto éste como nosotros mismos somos portadores de un mensaje, de un sentido, hace que todo encaje en su sitio. A partir de este momento mi desempeño en el mundo adquiere el apoyo del sentir coherente y poderoso del estar alineado.

Mis creencias con respecto a lo que hago día a día, lo que los demás representan, y lo que la vida significa, experimentan una transformación y un sentido nuevo que nos motiva y facilita poderosamente el conseguir nuestros objetivos. Nuestras capacidades para realizar se ven imbuidas del sonido alentador de unas presuposiciones posibilitantes: podemos, somos capaces, nos lo merecemos.

Percibir desde ese otro nivel y sanar espiritualmente nuestras relaciones nos permite reconciliamos con esos "otros" que llevamos dentro y que proyectamos continuamente sobre nuestros amigos, padres, parejas etc. La paz en que se traduce el Proceso de Sanación- Espiritual que llevamos a cabo en uno de nuestros seminarios es uno de los caminos que nos llevan a una reconciliación interna, punto de partida de nuestro bienestar emocional y físico.

Hacernos amigos de aquello que no nos guste de nosotros mismos, de los otros y de la vida en general es otro de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta ese camino hacia la aceptación del día y la noche, del verano y el invierno así como de todos los sinsabores cotidianos. Integrando opuestos, haciendo espacio para "lo otro" y liberándonos de lo que no nos sirve de nosotros mismos al mismo tiempo, es la llave de esa "felicidad", no concebida como un estado estático e invariable de bienestar donde las emociones que no aceptamos no tengan cabida, sino de un proceso de integración de la polaridad y de aceptación gozosa de lo inesperado.

Integrando la separación entre mi parte masculina y femenina, mi cerebro derecho e izquierdo, mi padre y mi madre, nos hace Uno. Ese sentimiento de unidad se proyecta espontáneamente hacia el exterior haciéndonos parte del universo.

Percibir desde el Nivel Espiritual como todo va adquiriendo sentido, todo sirve para algo en nuestro viaje hacia la autorealización personal, "todo tiene una intención positiva" como reza una de las presuposiciones de la gran herramienta que utilizamos: La Programación Neuro-Lingüística. Herramienta que nos facilita a través de alguno de sus procesos el. experimentar la rica sensación de los estados esenciales del Ser. Como partiendo de cualquier limitación podemos transmutarla y sentir esos sentimientos de trascendencia que algunos denominan "Paz", "Amor", "Ser", "Unidad" etc. Allí donde el pensamiento se detiene dando paso a la experiencia mística.

Transformada cuánticamente nuestra percepción de nosotros mismos, de los demás y del mundo, generalizamos esas sensaciones enriquecedoras haciendo un viaje a otras perspectivas del futuro, del presente y del pasado, obteniendo esos sabios consejos que nos permitan sembrar en nosotros ese proceso generativo de renovación espiritual que siempre nos acompañe, haciéndonos partícipes de sus bondades a lo largo de nuestro camino en esta vida.

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